"El Pío Pío" vuelve a resonar

Vencer al miedo de fracasar consiste en retener toda victoria posible. Aquel gol, hace justo un año, mataba del todo a la isla, que hacía que esta se quedase otro año más en Segunda División.
El fútbol es la interpretación del karma, y así se comprueba todos los años, todos los partidos.
La potencia del gol interpretada desde la seguridad del arquero. Líneas y líneas para formar un ejército. Paco Herrera - entrenador de éxitos Segunda-Primera - quiso armar un equipo desde atrás. Era muy fácil. Él entrenaba la zona de defensa y medios. La zona de tres cuartos era dueña absoluta de la indudable calidad canaria.
Aythami - canterano que regresó para volver a Primera - es el amo de la zaga. Corta, saca, y dirige la sala de máquinas. "El Herrera" del terreno de juego. 
Javi Castellano - indiscutible - y la polivalencia de Hernán pueden completar la zona media. Pivote físico, pero con ideas cuando estas se requieren. 
La zona de creación y finalización es un escándalo. El argentino zurdo Culio y el killer albiceleste criado en "La Masía" Araujo son insustituibles. A este último - compatriota de Emmanuel - se le asemeja en la forma de moverse, rematar y regatear al Kun Agüero. Futuro. Muchísimo futuro el de Sergio Araujo. 
Las bandas se turnan. Momo y Nauzet Alemán - que perdieron peso con respecto al año pasado - y Guzmán o Asdrúbal completan un equipo que podía plantar perfectamente cara al Betis de Rubén Castro y Jorge Molina. Pero, "El Flaco" no podía faltar. 40 años repartiendo un juego que se basa en la sencillez englobada por una belleza única y muy fácil de apreciar. Juan Carlos Valerón entra restando 20 minutos. Mediapunta libre, como ninguno. Se planta, despliega y duerme el partido. Espacios libres - después del maestro Xavi Hernández - que sirven para que el gran timón del fútbol español realice eso tan fácil de hacer pero tan difícil de pensar. 
El valor del trabajo sumado con la calidad diferencial. Trece años después, "el Pío Pío" vuelve a oírse en el mayor espectáculo del mundo.