El pilar de todo es Sergio. Calidad - sin contar las innumerables individualidades del Madrid - , poderío físico y liderazgo en el vestuario. Beckenbauer, Cafú, Maldini o Cannavaro decidieron ser los líderes de equipos y selecciones que se apoyaban en el balón largo para jugar y ganar. Este Real Madrid tiene como premisa jugar desde atrás. Romper una línea en defensa para liberar a Kroos - extasiado en la función sin balón - para que James reciba y Modric cubra. Ramos cumple, lidera y marca. Central completo hasta los infinitos.
La extraordinaria opción de conseguir un central como Ramos puede conseguirse a base de dinero, pero no de cualidades. Ramos y Piqué están un paso por delante de todos los zagueros del mundo. Guste o no, son los mejores.
La rapidez y la potencia de Varane recuerdan a un Pepe - excelente tercer central de recambio - con más cabeza y un punto de calidad mayor a la hora de sacar el balón. Rapidez, contundencia y salida.
Otamendi, Mustafi, Bonucci, Koscielny... Exagerado a la hora de elegir. El central es Hummels. El equipo blanco pierde salida de balón, y por lo tanto, es la salida de balón la que se debe buscar. Todos los anteriores - apartando a Bonucci - no tienen esa pizca de calidad necesaria para formar parte de un equipo galáctico. Mats Hummels, criado y perfeccionado en la ciudad rival de Múnich, representa - por detrás de Sergio y Gerard - la calidad innata del central.
Varane, rapidez y contundencia, Hummels, salida y corte. Mezcla más que perfecta.
Si Ramos se va - el Madrid solo puede perder en ese caso - el central es Hummels.
La extraordinaria opción de conseguir un central como Ramos puede conseguirse a base de dinero, pero no de cualidades. Ramos y Piqué están un paso por delante de todos los zagueros del mundo. Guste o no, son los mejores.
La rapidez y la potencia de Varane recuerdan a un Pepe - excelente tercer central de recambio - con más cabeza y un punto de calidad mayor a la hora de sacar el balón. Rapidez, contundencia y salida.
Otamendi, Mustafi, Bonucci, Koscielny... Exagerado a la hora de elegir. El central es Hummels. El equipo blanco pierde salida de balón, y por lo tanto, es la salida de balón la que se debe buscar. Todos los anteriores - apartando a Bonucci - no tienen esa pizca de calidad necesaria para formar parte de un equipo galáctico. Mats Hummels, criado y perfeccionado en la ciudad rival de Múnich, representa - por detrás de Sergio y Gerard - la calidad innata del central.
Varane, rapidez y contundencia, Hummels, salida y corte. Mezcla más que perfecta.
Si Ramos se va - el Madrid solo puede perder en ese caso - el central es Hummels.