Porque tres son multitud

Kompany y 8 millones. Mangala y 40 millones. Otamendi y 45 millones. In crescendo. Desde luego precio-calidad, a la espera de confirmar la amortización del coste. Mangala-Otamendi cubrió la espalda de Danilo, Jackson Martínez y compañía. Era aquel Oporto del año 2013, - que se quedó en blanco al no conseguir la "Primeira Liga" portuguesa-. Mangala era el general. 22 años y capitán absoluto de los "Dragoes". Otamendi, apartado por la sombra de Lucho González y Maicon. Entraba y salía del equipo. Nunca se asentó del todo.
Hoy, ambos están reunidos en el Manchester City. Y, además, sus espaldas están guardadas por "Frankestein Kompany". Corte, fuerza, liderazgo y anticipación de tres de los centrales más agresivos del mundo.
Pellegrini tiene la opción. Combinar toda la fuerza desde atrás para explotarla en la zona de tres cuartos y finalización. Opciones varias. Dos muy claras. O carrileros y apostar por fuera, o el trivote y hacerlo por dentro.
La primera opción se presenta más alocada. Dejar la responsabilidad defensiva a Fernandinho, la creación a Touré Yaya, la magia en banda a Sterling y Silva, y la finalización a Agüero. Buscar la velocidad con Jesús Navas y Kolarov, para que el triángulo entre este, Touré y Sterling acabe con una combinación en gol.
La segunda es buscar la referencia. Resguardarse en que las parejas Fernandinho-Otamendi y Touré Yaya-Mangala tapen las bandas, y que Silva haga magia en el volante + Sterling-Jesús Navas en los costados. Que sean flechas. Arriba, Agüero-Bony para convertirse en los matadores. Silva filtra y estos rematan. Juego más directo. Dejar que la fluidez del juego sirva para acabar en área rival. Salida, pase y gol. Nada más.
Todo dependería de la llegada de De Bruyne. El belga es magia pura y el City lo sabe. Están dispuestos a desembolsar hasta 80 millones de euros. De Bruyne-Silva-Sterling en la segunda línea y Agüero en el remate se metería en el podio de los mejores ataques del mundo.
Pellegrini debe arriesgar. Todo a ganar. Una liga o una Champions - sería la primera del club citizen - como obligación. El jeque tiene más millones que paciencia.

Posibles alineaciones del City con tres centrales.

El nuevo "Principado"

Con una media de edad de 23,4 años y unas expectativas brutales el pequeño Principado de Mónaco espera disputar por segunda vez consecutiva la hermosa competición de la Champions League.
El rival, el Valencia. Duro, con calidad y con ganas. Partido de tú a tú. Cualquier detalle marcará el destino de dos equipos durante toda una temporada.

Mateo como heredero de Luka

Mateo Kovacic. Trescuartista, mediapunta, enganche o centrocampista ofensivo - nunca una posición tuvo tantas denominaciones - de futuro brillante. 21 años y nacionalidad croata. Con 13 años y en el Dinamo de Zagreb ya maravillaba. Regate sobre una baldosa, potencia en carrera y eslálom desde el mediocentro. Algunas de las cualidades por las que este chico - nacido en Austria - impresionó a clubes como el Chelsea, Juventus, Manchester City o Bayern. De lo más grande de Europa.
Llegó al Inter con la ilusión de recoger el legado del último "número 10" Nerazzurri; Wesley Sneijder.
El Real Madrid lo ficha como presente-futuro. El recambio de Luka Modric. Croata por croata. Compañeros de Rakitic, formaron en el pasado Mundial de Brasil una de las mejores generaciones del fútbol croata, que al final, decepcionó a todo el mundo del deporte. Mandaba un 4-4-2, con Rakitic-Modric-Kovacic-Perisic y Olic-Mandzukic. Lo más parecido a él es Luka Modric, y su segundo compañero similar, sería Marco Verrati - aunque al italiano se le da un rol más de "5" que de mediapunta -. Kovacic debe mejorar sin balón. El posicionamiento como mediocentro. La evolución de - por poner un sencillo ejemplo - un André Gomes hasta un Luka Modric. No depender de un segundo jugador para sacar el balón e ir a pedirlo en primera persona. Incrustarse en los centrales y acompañar la jugada como un mediapunta natural.
La entrada en el equipo sería natural, Kroos + Kovacic + Isco/James para asegurarse salida de balón y llegada al área. Pero incluso la variante de cuatro centrocampistas funcionaría, y con dos opciones. Interior o mediocentro. Kroos de compañero en paralelo, o banda libre para llegar al borde del área rival a base de combinaciones. Gusto por el balón. La generación croata está cambiando y pocas selecciones tienen el placer de alinear a tres peloteros como lo son Ivan, Mateo y Luka.
Kovacic es un proyecto ilusionante. Recambio de Modric o sitio en el once inicial. Benítez tiene en su mano la llave del próximo "10" del equipo "ajedrezado".


Aránguiz; la colonización

Contraataque, lucha y desenfreno. Charles Aránguiz salta a Europa para explotarse. 26 años, y toda una vida rodeado de fútbol sudamericano. Más en concreto, a la ciudad de Leverkusen. Escudero de Çalhanoglu, Bellarabi y compañía. Meter una marcha más, y aterrizar en un juego superior en calidad y ritmo. Vidal y Medel + Aránguiz se comieron a todo aquello que se le puso por delante en la Copa América. Rabia y agresividad - características comunes de un jugador chileno - combinado con la calidad de saber cuando dar el último pase. Empezar la jugada y jugar para acabarla.
En Leverkusen su pareja deberá ser Kramer. Fichaje procedente del Mönchengladbach, para robar y pelear todo lo que pretende Roger Schmidt. Centrales agresivos y mediocentro posicional robador. A partir de ahí, el chileno entra en escena. Son Min-Heung, Çalhanoglu y Bellarabi componen la segunda línea. Aránguiz explota en la burbuja. Desea estar rodeado porque se siente más seguro. Protegido por Kramer en la salida de balón - en paralelo para salir limpio -, y por la velocidad y el innato talento de un turco, un surcoreano y un alemán. Charles entró en el Olimpo por la polivalencia. Interior, mediocentro - posición preferida - e incluso volante ofensivo. Le gusta romper la línea a base del penúltimo pase. La conexión con los jugadores de ataque en la zona de tres cuartos.
Influencia en el juego. Esa es la principal cualidad del chileno. Cuánto más protagonista, mejor jugador. Garra, llegada y control de balón.
La combinación sería Kramer, pero Mehmedi es el plan B. Reconvertirlo a ser la segunda pieza de una pareja de ensueño. El suizo - debe aprender a moverse sin balón - por delante de un Aránguiz escoltado por un "rebaño de perros hambrientos".
Vidal, Alexis, Vargas o Isla. Intercambio de golpes mediante robos en campo propio. Chile y Leverkusen son más similares de lo que parecen.




Un trozo de "La Canarinha" para volver a soñar

La entrada de una por la salida de otros. Xabi Alonso, Torres, Reina, Luis Suárez y Gerard. Como resultado, 170 millones en caja y un Liverpool desmontado. La salida de los pilares de un equipo de década. Surgieron entonces Sturridge, Markovic, Lallana, Ings, Firminio o Benteke. Reinventarse o morir. La consigna principal del fútbol, y de cualquier deporte. A partir de ahí, utilizar cada pieza con el conocimiento de jugarse todo por el todo. El cielo o el infierno.
Firminio y Coutinho deben ser las alas. Ambos brasileños, y destinados a manejar "La Canarinha". Juntos o no, pero se confía en ellos. Ante la salida de Sterling - joven, y con un futuro bestial - el vacío de extremos puros en Anfield es obvio. Toca inventar. Dejar anclada la zona de creación, y entonces liberar la zona de finalización. Firminio + Coutinho en zona de tres cuartos. Magia, explosividad y disparo. Después de la salida del último fiel a "Los Reds" - Gerard se fue después de 17 años al servicio del club de toda su vida -, la vacante de capitán y creador ha quedado marcada. Henderson o Leiva no son suficientes. Entonces - pensando en la salida del eterno capitán - ya se fichó al recambio. El recambio era un alemán. Emre Can. Vino del Leverkusen habiendo demostrado la capacidad de robo, salida y llegada tan potente que tenía. El uso que hizo Brendas Rodgers de central fue nefasto. De ahí que se le haya dado más confianza de mediocentro.
Proponerse mantener un juego regular entre Coutinho y Firminio y no conformarse a los fugaces destellos de una calidad innata. Markovic e Ibe - clonación de un Sterling - y la seguridad de que el tanque Benteke - sus cifras de fichaje lo obligan - cazará todo lo que se mueva en el área. Lallana e Ings como revulsivos y el pensamiento de que Sturridge volverá. Maravilló ya con Suárez al lado y lo puede volver a hacer al lado del belga. El inglés marca los tiempos. Él decide el futuro de la pareja brasileña. Depender de él para volver a armar un equipo que nunca más volverá a caminar sólo.



"Le Professeur" Arsène

Fábregas, Wiltord, Henry, Pirès, Van Persie... Fútbol en estado máximo. Arsenal y Chelsea para gobernar la ciudad de Londres. Arsène Wenger lo sabe y va a sacar un gran rendimiento de ello. Özil, Ramsey, Wilshere, Cazorla, Alexis... Demasiada calidad por metro cuadrado. Aquellos jugadores que buscan el balón y lo reciben con la única condición de saber que hacer antes y después de cada movimiento. Elevar ese fútbol a la altura de aquel que en su día realizó Pep Guardiola y su Barcelona.
Juntar a Mesut, Aaron, Santi, Jack y Alexis es el objetivo. Cinco pilares para sostener el proyecto. Depender de ellos para volver a cubrirse de gloria.
Coquelin - un prototipo de Arteta mejorado - es el único jugador de perfil robador. Anclado entre los centrales y ayudado de Cazorla o Ramsey. Roba, pelea y ordena. Él influye en todo lo de alrededor. Él - catalogado como solución al romperse el equipo - es el problema para juntar a los cinco fantásticos. Ahí comienzan las dudas.
Giroud es la pieza sustituible. Nunca entró del todo, pero aparece cuando se le necesita. Pero le falta puntería para ser un caníbal del gol. Sale del área y juega. La fortaleza física combinada con la calidad para jugar como el "falso 9" que parece ser a veces. Olivier sale y Alexis es la referencia arriba. Wenger debe mover sus piezas y apostar todo por dentro. Sostener al equipo con Coquelin es la prima por la victoria. A partir de ahí, movimientos solo puestos en mejorar con balón. Ramsey y Cazorla en paralelo para mover toda la maquinaria. Juegan, dan, reciben y sostienen la magia y la imaginación. Wilshere y Özil permiten hacer soñar. Dueños de la banda y este último dueño de sí mismo. El jugador referencia de los "Gunners". El toque y la sensibilidad deben de ser libres. Caer al centro y jugar con la referencia arriba de Alexis. Dejar libre a Özil permite ir siempre un paso por delante. Alexis - nunca puro - se ocupa de la zona del gol. Área y bandas incluidas. Habitar estas para fortalecer la llegada de segunda línea. Ramsey y Cazorla para rematar y Wilshere para sorprender. La movilidad y la sorpresa son las premisas del nuevo Arsenal. Apostar todo al juego interior. O recurrir al plan B para que Chamberlain y Walcott se ocupen de ser las flechas.
El "Emirates" - construido escasamente hace nueve años - lleva mucho tiempo deseando ver que el buen fútbol siempre gana. Ese tiempo ha llegado a su fin.