Contraataque, lucha y desenfreno. Charles Aránguiz salta a Europa para explotarse. 26 años, y toda una vida rodeado de fútbol sudamericano. Más en concreto, a la ciudad de Leverkusen. Escudero de Çalhanoglu, Bellarabi y compañía. Meter una marcha más, y aterrizar en un juego superior en calidad y ritmo. Vidal y Medel + Aránguiz se comieron a todo aquello que se le puso por delante en la Copa América. Rabia y agresividad - características comunes de un jugador chileno - combinado con la calidad de saber cuando dar el último pase. Empezar la jugada y jugar para acabarla.
En Leverkusen su pareja deberá ser Kramer. Fichaje procedente del Mönchengladbach, para robar y pelear todo lo que pretende Roger Schmidt. Centrales agresivos y mediocentro posicional robador. A partir de ahí, el chileno entra en escena. Son Min-Heung, Çalhanoglu y Bellarabi componen la segunda línea. Aránguiz explota en la burbuja. Desea estar rodeado porque se siente más seguro. Protegido por Kramer en la salida de balón - en paralelo para salir limpio -, y por la velocidad y el innato talento de un turco, un surcoreano y un alemán. Charles entró en el Olimpo por la polivalencia. Interior, mediocentro - posición preferida - e incluso volante ofensivo. Le gusta romper la línea a base del penúltimo pase. La conexión con los jugadores de ataque en la zona de tres cuartos.
Influencia en el juego. Esa es la principal cualidad del chileno. Cuánto más protagonista, mejor jugador. Garra, llegada y control de balón.
La combinación sería Kramer, pero Mehmedi es el plan B. Reconvertirlo a ser la segunda pieza de una pareja de ensueño. El suizo - debe aprender a moverse sin balón - por delante de un Aránguiz escoltado por un "rebaño de perros hambrientos".
Vidal, Alexis, Vargas o Isla. Intercambio de golpes mediante robos en campo propio. Chile y Leverkusen son más similares de lo que parecen.
En Leverkusen su pareja deberá ser Kramer. Fichaje procedente del Mönchengladbach, para robar y pelear todo lo que pretende Roger Schmidt. Centrales agresivos y mediocentro posicional robador. A partir de ahí, el chileno entra en escena. Son Min-Heung, Çalhanoglu y Bellarabi componen la segunda línea. Aránguiz explota en la burbuja. Desea estar rodeado porque se siente más seguro. Protegido por Kramer en la salida de balón - en paralelo para salir limpio -, y por la velocidad y el innato talento de un turco, un surcoreano y un alemán. Charles entró en el Olimpo por la polivalencia. Interior, mediocentro - posición preferida - e incluso volante ofensivo. Le gusta romper la línea a base del penúltimo pase. La conexión con los jugadores de ataque en la zona de tres cuartos.
Influencia en el juego. Esa es la principal cualidad del chileno. Cuánto más protagonista, mejor jugador. Garra, llegada y control de balón.
La combinación sería Kramer, pero Mehmedi es el plan B. Reconvertirlo a ser la segunda pieza de una pareja de ensueño. El suizo - debe aprender a moverse sin balón - por delante de un Aránguiz escoltado por un "rebaño de perros hambrientos".
Vidal, Alexis, Vargas o Isla. Intercambio de golpes mediante robos en campo propio. Chile y Leverkusen son más similares de lo que parecen.