Tesoros guardados

Si es verdad que el destino está escrito, Francia sonríe por ello. Una estela de jugadores pide a gritos tener un peso en la selección. Todas ellas, futuras estrellas.
Zidane, Henry y Trezeguet. Aquel equipo que se quedó a las puertas de la gloria frente a Italia. El Mundial del cabezazo de Zinedine a Materazzi. Era el último partido del "10".
Pocos pensaban que se repetiría algo semejante a aquello. Pero ya son más. Las razones tienen nombres, nombres como Raphaël Varane, Paul Pogba o Antoine Griezmann. Pueden ser los tres líderes de "Les Bleus". Pero no son los únicos. Los hay desde la zaga defensiva hasta la zona gol. 
Laporte, Mangala, Zouma o incluso Koulibaly marcarán una época, pero deben explotar aún. Pogba, el nuevo mago, y la presencia de Kondogbia y Fekir alcanzarían un mediocampo soñado por los franceses. Arriba no hay preocupaciones. Griezmann y Lacazette son de lo mejor en sus posiciones.
Si Francia se arma colectivamente, será candidata. Las piedras están identificadas. La presencia intermitente de la que fue la mejor selección del mundo y que ganó en Sudáfrica, la inagotable cantera germana, la inyección de Bélgica y las sombras de Portugal o Italia.


El arte de hacer sencillo lo complicado

Jorge Resurreción. Nombre de futuro en presente. El Cholo vino, lo quiso, se quedó y ahora es indiscutible.
Si jugar al fútbol fuese fácil todos los jugadores serían buenos. Pero es que no lo es. Ese don sólo lo tienen un pocos, entre ellos Koke. 
De hecho jugar bien es complicado, pero si se hace mejorar a los demás es excepcional.
El cantero rojiblanco representa al Atlético como pocos, defiende, ataca y lidera. Simeone lo ha convertido en un interior de un nivel espectacular, un interior con tendencia a dominar el medio, diagonal hacia dentro para que un delantero colchonero haga desmarque. Pase de gol. Esa es la jugada. 
La elegancia del chico hace que su visión de juego, su trabajo sin balón y su retención de la pelota le conviertan en uno de los mejores centrocampistas del mundo.
Vicente del Bosque lo quiere convertir en un ancla con más influencia en tres cuartos que Busquets, pero en un organizador. No le faltan condiciones para ello.

   

La fe y el ímpetu de Nuno

La diversidad y la competitividad pueden llevar al Valencia a luchar con los más grandes. Fichajes top y un entrenador con carácter. No hace falta más.
Nuno Espírito fichó por el Valencia después de haber hecho con el Río Ave en una fantástica temporada, finalista de ambas copas portuguesas y un puesto en la zona tranquila de la clasificación liguera.

La obsesión de Ancelotti

Una obsesión. Una ofuscación. Un objetivo. Una obligación. Llámenlo como quieran, pero los servicios de Toni Kroos al Madrid con Ancelotti en el banquillo están claros: convertirle en el nuevo Xabi Alonso.
Pero ese intento de Ancelotti no es para nada nuevo. Aquel Milan de Carlo, donde había jugadores como Dida, Nesta, Cafú, Maldini, Seedorf, Kaká o Inzaghi era una auténtica escuela de fútbol. Toque, toque y gol. Lo curioso era la posición de Pirlo y Gattuso. En el esquema de 4-4-2 en rombo, apostando por el juego por dentro, "la Bestia" y Seedorf eran los que actuaban de interiores. Andrea se encargaba de incrustarse entre los centrales y empezar jugada. Curioso. Gattuso, era un portento físico y táctico, Pirlo, elegancia y técnica. ¿Eran posiciones antinaturales?
Pero no le salió mal. De hecho ganó dos Copas de Europa.
Está claro; Kroos no es Pirlo, pero, Pirlo, tampoco es Kroos. ¿Lo conseguirá?


Un gigante ha despertado

Fortaleza, físico, esfuerzo, solidaridad y talento. Mucho talento. Es una breve descripción de lo que es el Paris Saint-Germain. El nombre de París suena fuerte, pero no era así si se hablaba del fútbol. Pero claro, era. El causante de ese despertar tiene nombre; Nasser Ghanem Al-Khelaifi, que es sinónimo de dinero, pero el dinero no da la felicidad, no en su totalidad. El PSG ha tenido que trabajar muy duro para estar a la altura de los más grandes, pero lo ha conseguido. Se ha consagrado como un aspirante a todo.
Técnicamente hablando, el París no tiene el mejor 11 de toda Europa, pero sí es muy probable que tenga la mejor plantilla del continente.
Si varía de esquema, varía de jugadores. 4-3-3 y los tres mediocentros puros. Motta, y su salida de balón, Matuidi, pulmón y llegadas de segunda línea o incluso como interior, y Verrati, elegancia y talento puro. El argentino Pastore es importante, ya que varía la posición a mediocentro o como interior o extremo. Además, la joven promesa de la cantera, Rabiot, viene pisando muy fuerte, y la opción del equilibrio de Cabaye siempre está presente.
En el 4-4-2 exprime más la velocidad de Lucas Moura y el desequilibrio de Lavezzi en banda. Arriba, Ibrahimovic. Juegan para él. Sin tareas defensivas. Es entonces Cavani el que realiza por doble; su tarea defensiva y la de Zlatan. Y aun así tiene tiempo para ser uno de los mejores delanteros de Europa de cara a portería.
Es posible que en defensa, -la terna Marquinhos, David Luis y Thiago Silva es imperial- pierda potencial por sus laterales, ninguno considerado top. Algo que también le ocurre en portería, aún con el fiable Sirigu. Pero no es excusa. El Paris Saint-Germain tiene argumentos para sembrar el pánico en Europa.

El buen gusto por atacar

El séptimo de caballería. El Bayer Leverkusen no sería equipo si juega a defender. El refrán, un buen ataque es una buena defensa se invierte entonces. Claro que, para atacar, hay que saber también defender. Para ello se necesita equilibrio, cualidad excepcional en este equipo.
El potencial del Bayer empieza en medio campo. Cuando utiliza el dibujo 4-2-3-1, el más cotidiano, Bender y Castro tienen salida y esfuerzo sin balón. 2 pivotes perfectos. En la mediapunta, el coreano Heung-Min. Calidad para el último pase.
Y en las dos bandas, una flecha como es Bellarabi y un talento como es Calhanoglu. Es muy frecuente que el turco y el surcoreano se cambien las posiciones de mediapunta y de interior o extremo.
Arriba Drmic, peleón, buscando el espacio o Kiessling, una torre que juega a bajar balones del cielo. Las variedades, claras, como la de Rolfes, otro pivote de más contención.
Variando el dibujo a 4-4-1-1 o incluso 4-3-3 el objetivo siempre es el mismo; contraataque con 7, cerrando con 3.

El canterano más ilusionante

Leon Goretzka tiene cualidades. Este alemán de 20 años es una de las muchas promesas del fútbol germano.
Criado desde juveniles en el WSV Bochum, donde ya llamaba la atención, fue capitán de las selecciones sub-17 y sub-19, jugando de pivote defensivo, encargado de la salida de balón. Incluso jugó en alguna ocasión como central.
Fue en 2013 cuando su club natal le vendió por algo menos de 5 millones al Schalke 04.
Jugador polivalente como pocos. Siendo un jugador muy correcto a la hora de no perder la posición, puede jugar en todas las posiciones del centro del campo, incluyendo la posición de mediapunta, posición con la que se mueve extraordinariamente bien a pesar de sus 198 cm de altura. Aunque no es un jugador rapidísimo, puede medirse en carrera y ganar a otros jugadores más veloces gracias a su enorme zancada.
Siendo diestro, maneja igual de bien las dos piernas. Su disparo, la llegada desde segunda línea, la devolución al primer toque son sus puntos fuertes.
Está claro, el Schalke lo quiere retener, pero ya son varias las potencias europeas que le tienen en su agenda. ¿Por quién firmará? 

   

Messi como comandante

El Barça ha cambiado, ya no es ese equipo que mareaba con 40 pases en el área rival antes de que Messi hiciera su particular maravilla. Ahora, tiene a tres bichos arriba, tres atletas, técnicamente, casi perfectos. 
"Los tres tenores" tienen una única función; mirar la portería contraria. Leo se mueve, ahora sí. Ya no es ese jugador estático, ahora juega en todos lados, y es cuando cae a mediapunta o incluso a mediocentro puro para combinar con Iniesta cuando se engancha el equipo; siempre que lo hace, los laterales están de extremos, y Suárez y Neymar de delanteros en los respectivos "picos del área". Messi es el creador.
Los delanteros lo tienen claro; recibir en campo propio cuando todavía no van por delante en el marcador, y descolgarse cuando se va ganando para matar al contraataque; Suárez en el círculo central, Leo y Neymar de mediapuntas para cazar algún rechace y empezar la contra en campo propio. Cuando se ataca, siempre se elige la misma opción: los tres tenores más un interior para luchar en un 4×4 contra la línea defensiva del rival, buscando igualar la superioridad defensiva del rival con llegadas desde la segunda línea.
El Barça está dividido en 2 bloques, uno ofensivo y otro defensivo, en el cual Rakitic-Busquets son inseparables sin balón, siempre en paralelo para sacar balón jugado, y donde Iniesta ocupa espacio pero sin tener tanta exigencia como la que tiene el croata a la hora de robar la pelota.
La conclusión es que el Barcelona ha cambiado, las transiciones son a una velocidad intratable y todo el mundo se encomienda a la calidad de los tres de arriba.



Vietto lo hace fácil

Luciano Vietto (Córdoba, Argentina) es un delantero de 21 años pero que se comporta como uno de 32.
Vietto, cantera del Racing Club, equipo del país albiceleste, empezó a destacar no precisamente por ser uno de los pilares indiscutibles del equipo, sino por lo que hacía desde el banquillo. Salía y revolucionaba el equipo, era algo mecánico, se repetía una y otra vez.
Luciano es un jugador diferente, todo un referente arriba, ataca los espacios como nadie, y busca continuamente balones a la espalda de los defensas, lo que le convierte en un experto en arrastrar defensas.
Un jugador que hace jugar, se mueve, y mueve a los centrales. Sabe bajar, y jugar en posición de mediapunta, pero no como cualquiera, recibe, devuelve y busca el espacio para acabar jugada, como un auténtico "9".
Es fácil que el chico juegue bien con cualquiera, pero con quién más cómodo se encuentra es con un jugador de banda que esté a su pie natural, cuya jugada más común es desbordar y poner el centro al área. Ahí, en el área, Vietto es imparable. Un jugador que remata todo, y de todas las formas posibles. Su mayor don se explota en ese cuadrado, el olfato de imaginar el pase del compañero es envidiable, antes de rematar, Luciano sabe ya como va a rematar, eso, le hace diferente. Siendo un jugador de 1,65 cm, remata todo lo que recibe también de cabeza, no hay balón resistible para un killer como él.
¿Un trío Messi-Kun-Vietto en el futuro?
-¿Por qué no?