El Barça ha cambiado, ya no es ese equipo que mareaba con 40 pases en el área rival antes de que Messi hiciera su particular maravilla. Ahora, tiene a tres bichos arriba, tres atletas, técnicamente, casi perfectos.
"Los tres tenores" tienen una única función; mirar la portería contraria. Leo se mueve, ahora sí. Ya no es ese jugador estático, ahora juega en todos lados, y es cuando cae a mediapunta o incluso a mediocentro puro para combinar con Iniesta cuando se engancha el equipo; siempre que lo hace, los laterales están de extremos, y Suárez y Neymar de delanteros en los respectivos "picos del área". Messi es el creador.
Los delanteros lo tienen claro; recibir en campo propio cuando todavía no van por delante en el marcador, y descolgarse cuando se va ganando para matar al contraataque; Suárez en el círculo central, Leo y Neymar de mediapuntas para cazar algún rechace y empezar la contra en campo propio. Cuando se ataca, siempre se elige la misma opción: los tres tenores más un interior para luchar en un 4×4 contra la línea defensiva del rival, buscando igualar la superioridad defensiva del rival con llegadas desde la segunda línea.
El Barça está dividido en 2 bloques, uno ofensivo y otro defensivo, en el cual Rakitic-Busquets son inseparables sin balón, siempre en paralelo para sacar balón jugado, y donde Iniesta ocupa espacio pero sin tener tanta exigencia como la que tiene el croata a la hora de robar la pelota.