Florenzi fue el dios del Olímpico

Luis Enrique volvió a casa y la afición estaba advertida. El Olímpico fue un infierno y los Giallorossis unos perros de caza. Un físico abrumador y una calidad digna de la ciudad más mágica del mundo.
Mathieu fue la llave del miedo y la forma de matar dos pájaros de un tiro. Él y Piqué en área pequeña vs Dzeko y él y Jordi Alba en velocidad vs Salah. El egipcio era el diferente. Uno para uno con la rapidez de sólo unos pocos. Alba es rápido, y el duelo fue de golpear y defender.
La baja de Pjanic - junto a Strootman y De Rossi formó el mejor mediocentro junto de Italia junto al de la Juventus - marca una reflexión. Nainggolan suma músculo pero resta fútbol. Entonces, aparece con más peso la opción De Rossi. Daniele toma el mando y saca balón. Roba, crea y destruye. Mediocentro total. Brutal su evolución.
La MSN fue un espejismo en Roma. Suárez se peleó con Manolas y Rüdiger - central con gran proyeción - e hizo su trabajo, el gol. Pero fue la única batalla que ganó. Neymar, todavía al 60%, rindió de menos a más pero no fue suficiente. Y la M estuvo enjaulado. Aún así, la bestia despertó y Messi dió un palo y un recital de como salir de una celda y mover a todo un equipo. De nuevo, insuficiente.
En frente estuvo el triplete Falqué-Dkezo-Salah. La llegada del tanque bosnio apartó, momentáneamente, a "Il Capitano" del terreno de juego. Totti tiene sus años y poco a poco, por desgracia para el fútbol, se va apagando. Dkezo busca todo balón en área. Él, como Klose y cuatro más, manejan esos tiempos y espacios como muy pocos. Salah y Falqué son flechas. Pierna cambiada o banda natural. Diagonal del egipcio por desborde y centro del vigués. A la contra son mortales y sus puñales están siempre afilados.
Florenzi. Canterano con proyección con licencia para soñar. Fue el artista de una obra de arte y de un partido para enmarcar. Hizo desaparecer a Neymar durante 60 minutos y dejó dos entradas contadas de Jordi Alba. Su abuela - se hizo famoso por celebrar un gol subiéndose a la grada del Olímpico con ella - estará más que orgullosa del romano.


Alma "Txuri-urdin"

Griezmann, Vela y Seferovic - en un fugaz e insólito estreno - marcaron el camino. De su mano la Real regresó a Champions, aunque el resultado no fuese el esperado. Desde entonces, navegó sin rumbo fijo con el único objetivo de no naufragar. Un equipo sin alma y sin hambre. Pero este despertó, levantó y alzo la mano. La lucha sigue. Jugadores nuevos, metas nuevas. Se fue el hijo pródigo Antoine, pero llegó gente renovada. Desde Turquía hasta la costa ilicitana de la Península. Diego Reyes; Porto, Illarramendi; Real Madrid, Bruma; Galatasaray y Jonathas; Elche. Prácticamente todos los puestos reforzados.
Illarra, como estrella natal, vuelve tras dos años negros en la capital. Desde el principio de su fichaje - sufrió un ataque de ansiedad en la primera semana como blanco - no contó para el club. A la sombra de Xabi Alonso, Modric y Kroos. Clave fueron sus fallos en Dortmund y su suplencia en la final de la Champions.
Bruma y Jonathas hacen música con el balón. Rapidez y fuerza. Regate y gol. Gol. Lo necesitaba el equipo "Txuri-urdin". Seferovic, Finnbogason y Vela de "9" salieron rana. Jonathas - brasileño de calidad y altura - llega como el delantero perfecto para el ataque de los espacios.
Mientras, Armindo Tué Na Banga - más conocido como Bruma - es un bisauguineano nacionalizado portugués que tiene como demarcación favorita el extremo derecho. Velocidad, 1x1 y llegada de segunda línea como falso delantero.
Moyes lo agradecerá. Pardo, Granero, Bergara - su salida del once es una opción para la incorporación de Illaramendi -, y Xabi Prieto mueven a cualquier equipo. Con Íñigo en la zaga, la salida y la circulación de balón están aseguradas. La segunda línea y el punto de remate están, de nuevo tras la pareja Vela-Griezmann, armadas hasta los dientes.
El técnico inglés pidió un equipo. Ya lo tiene, y, después de Montanier, puede ser el artífice de la Real Sociedad 2.0.

Porque tres son multitud

Kompany y 8 millones. Mangala y 40 millones. Otamendi y 45 millones. In crescendo. Desde luego precio-calidad, a la espera de confirmar la amortización del coste. Mangala-Otamendi cubrió la espalda de Danilo, Jackson Martínez y compañía. Era aquel Oporto del año 2013, - que se quedó en blanco al no conseguir la "Primeira Liga" portuguesa-. Mangala era el general. 22 años y capitán absoluto de los "Dragoes". Otamendi, apartado por la sombra de Lucho González y Maicon. Entraba y salía del equipo. Nunca se asentó del todo.
Hoy, ambos están reunidos en el Manchester City. Y, además, sus espaldas están guardadas por "Frankestein Kompany". Corte, fuerza, liderazgo y anticipación de tres de los centrales más agresivos del mundo.
Pellegrini tiene la opción. Combinar toda la fuerza desde atrás para explotarla en la zona de tres cuartos y finalización. Opciones varias. Dos muy claras. O carrileros y apostar por fuera, o el trivote y hacerlo por dentro.
La primera opción se presenta más alocada. Dejar la responsabilidad defensiva a Fernandinho, la creación a Touré Yaya, la magia en banda a Sterling y Silva, y la finalización a Agüero. Buscar la velocidad con Jesús Navas y Kolarov, para que el triángulo entre este, Touré y Sterling acabe con una combinación en gol.
La segunda es buscar la referencia. Resguardarse en que las parejas Fernandinho-Otamendi y Touré Yaya-Mangala tapen las bandas, y que Silva haga magia en el volante + Sterling-Jesús Navas en los costados. Que sean flechas. Arriba, Agüero-Bony para convertirse en los matadores. Silva filtra y estos rematan. Juego más directo. Dejar que la fluidez del juego sirva para acabar en área rival. Salida, pase y gol. Nada más.
Todo dependería de la llegada de De Bruyne. El belga es magia pura y el City lo sabe. Están dispuestos a desembolsar hasta 80 millones de euros. De Bruyne-Silva-Sterling en la segunda línea y Agüero en el remate se metería en el podio de los mejores ataques del mundo.
Pellegrini debe arriesgar. Todo a ganar. Una liga o una Champions - sería la primera del club citizen - como obligación. El jeque tiene más millones que paciencia.

Posibles alineaciones del City con tres centrales.

El nuevo "Principado"

Con una media de edad de 23,4 años y unas expectativas brutales el pequeño Principado de Mónaco espera disputar por segunda vez consecutiva la hermosa competición de la Champions League.
El rival, el Valencia. Duro, con calidad y con ganas. Partido de tú a tú. Cualquier detalle marcará el destino de dos equipos durante toda una temporada.

Mateo como heredero de Luka

Mateo Kovacic. Trescuartista, mediapunta, enganche o centrocampista ofensivo - nunca una posición tuvo tantas denominaciones - de futuro brillante. 21 años y nacionalidad croata. Con 13 años y en el Dinamo de Zagreb ya maravillaba. Regate sobre una baldosa, potencia en carrera y eslálom desde el mediocentro. Algunas de las cualidades por las que este chico - nacido en Austria - impresionó a clubes como el Chelsea, Juventus, Manchester City o Bayern. De lo más grande de Europa.
Llegó al Inter con la ilusión de recoger el legado del último "número 10" Nerazzurri; Wesley Sneijder.
El Real Madrid lo ficha como presente-futuro. El recambio de Luka Modric. Croata por croata. Compañeros de Rakitic, formaron en el pasado Mundial de Brasil una de las mejores generaciones del fútbol croata, que al final, decepcionó a todo el mundo del deporte. Mandaba un 4-4-2, con Rakitic-Modric-Kovacic-Perisic y Olic-Mandzukic. Lo más parecido a él es Luka Modric, y su segundo compañero similar, sería Marco Verrati - aunque al italiano se le da un rol más de "5" que de mediapunta -. Kovacic debe mejorar sin balón. El posicionamiento como mediocentro. La evolución de - por poner un sencillo ejemplo - un André Gomes hasta un Luka Modric. No depender de un segundo jugador para sacar el balón e ir a pedirlo en primera persona. Incrustarse en los centrales y acompañar la jugada como un mediapunta natural.
La entrada en el equipo sería natural, Kroos + Kovacic + Isco/James para asegurarse salida de balón y llegada al área. Pero incluso la variante de cuatro centrocampistas funcionaría, y con dos opciones. Interior o mediocentro. Kroos de compañero en paralelo, o banda libre para llegar al borde del área rival a base de combinaciones. Gusto por el balón. La generación croata está cambiando y pocas selecciones tienen el placer de alinear a tres peloteros como lo son Ivan, Mateo y Luka.
Kovacic es un proyecto ilusionante. Recambio de Modric o sitio en el once inicial. Benítez tiene en su mano la llave del próximo "10" del equipo "ajedrezado".


Aránguiz; la colonización

Contraataque, lucha y desenfreno. Charles Aránguiz salta a Europa para explotarse. 26 años, y toda una vida rodeado de fútbol sudamericano. Más en concreto, a la ciudad de Leverkusen. Escudero de Çalhanoglu, Bellarabi y compañía. Meter una marcha más, y aterrizar en un juego superior en calidad y ritmo. Vidal y Medel + Aránguiz se comieron a todo aquello que se le puso por delante en la Copa América. Rabia y agresividad - características comunes de un jugador chileno - combinado con la calidad de saber cuando dar el último pase. Empezar la jugada y jugar para acabarla.
En Leverkusen su pareja deberá ser Kramer. Fichaje procedente del Mönchengladbach, para robar y pelear todo lo que pretende Roger Schmidt. Centrales agresivos y mediocentro posicional robador. A partir de ahí, el chileno entra en escena. Son Min-Heung, Çalhanoglu y Bellarabi componen la segunda línea. Aránguiz explota en la burbuja. Desea estar rodeado porque se siente más seguro. Protegido por Kramer en la salida de balón - en paralelo para salir limpio -, y por la velocidad y el innato talento de un turco, un surcoreano y un alemán. Charles entró en el Olimpo por la polivalencia. Interior, mediocentro - posición preferida - e incluso volante ofensivo. Le gusta romper la línea a base del penúltimo pase. La conexión con los jugadores de ataque en la zona de tres cuartos.
Influencia en el juego. Esa es la principal cualidad del chileno. Cuánto más protagonista, mejor jugador. Garra, llegada y control de balón.
La combinación sería Kramer, pero Mehmedi es el plan B. Reconvertirlo a ser la segunda pieza de una pareja de ensueño. El suizo - debe aprender a moverse sin balón - por delante de un Aránguiz escoltado por un "rebaño de perros hambrientos".
Vidal, Alexis, Vargas o Isla. Intercambio de golpes mediante robos en campo propio. Chile y Leverkusen son más similares de lo que parecen.




Un trozo de "La Canarinha" para volver a soñar

La entrada de una por la salida de otros. Xabi Alonso, Torres, Reina, Luis Suárez y Gerard. Como resultado, 170 millones en caja y un Liverpool desmontado. La salida de los pilares de un equipo de década. Surgieron entonces Sturridge, Markovic, Lallana, Ings, Firminio o Benteke. Reinventarse o morir. La consigna principal del fútbol, y de cualquier deporte. A partir de ahí, utilizar cada pieza con el conocimiento de jugarse todo por el todo. El cielo o el infierno.
Firminio y Coutinho deben ser las alas. Ambos brasileños, y destinados a manejar "La Canarinha". Juntos o no, pero se confía en ellos. Ante la salida de Sterling - joven, y con un futuro bestial - el vacío de extremos puros en Anfield es obvio. Toca inventar. Dejar anclada la zona de creación, y entonces liberar la zona de finalización. Firminio + Coutinho en zona de tres cuartos. Magia, explosividad y disparo. Después de la salida del último fiel a "Los Reds" - Gerard se fue después de 17 años al servicio del club de toda su vida -, la vacante de capitán y creador ha quedado marcada. Henderson o Leiva no son suficientes. Entonces - pensando en la salida del eterno capitán - ya se fichó al recambio. El recambio era un alemán. Emre Can. Vino del Leverkusen habiendo demostrado la capacidad de robo, salida y llegada tan potente que tenía. El uso que hizo Brendas Rodgers de central fue nefasto. De ahí que se le haya dado más confianza de mediocentro.
Proponerse mantener un juego regular entre Coutinho y Firminio y no conformarse a los fugaces destellos de una calidad innata. Markovic e Ibe - clonación de un Sterling - y la seguridad de que el tanque Benteke - sus cifras de fichaje lo obligan - cazará todo lo que se mueva en el área. Lallana e Ings como revulsivos y el pensamiento de que Sturridge volverá. Maravilló ya con Suárez al lado y lo puede volver a hacer al lado del belga. El inglés marca los tiempos. Él decide el futuro de la pareja brasileña. Depender de él para volver a armar un equipo que nunca más volverá a caminar sólo.



"Le Professeur" Arsène

Fábregas, Wiltord, Henry, Pirès, Van Persie... Fútbol en estado máximo. Arsenal y Chelsea para gobernar la ciudad de Londres. Arsène Wenger lo sabe y va a sacar un gran rendimiento de ello. Özil, Ramsey, Wilshere, Cazorla, Alexis... Demasiada calidad por metro cuadrado. Aquellos jugadores que buscan el balón y lo reciben con la única condición de saber que hacer antes y después de cada movimiento. Elevar ese fútbol a la altura de aquel que en su día realizó Pep Guardiola y su Barcelona.
Juntar a Mesut, Aaron, Santi, Jack y Alexis es el objetivo. Cinco pilares para sostener el proyecto. Depender de ellos para volver a cubrirse de gloria.
Coquelin - un prototipo de Arteta mejorado - es el único jugador de perfil robador. Anclado entre los centrales y ayudado de Cazorla o Ramsey. Roba, pelea y ordena. Él influye en todo lo de alrededor. Él - catalogado como solución al romperse el equipo - es el problema para juntar a los cinco fantásticos. Ahí comienzan las dudas.
Giroud es la pieza sustituible. Nunca entró del todo, pero aparece cuando se le necesita. Pero le falta puntería para ser un caníbal del gol. Sale del área y juega. La fortaleza física combinada con la calidad para jugar como el "falso 9" que parece ser a veces. Olivier sale y Alexis es la referencia arriba. Wenger debe mover sus piezas y apostar todo por dentro. Sostener al equipo con Coquelin es la prima por la victoria. A partir de ahí, movimientos solo puestos en mejorar con balón. Ramsey y Cazorla en paralelo para mover toda la maquinaria. Juegan, dan, reciben y sostienen la magia y la imaginación. Wilshere y Özil permiten hacer soñar. Dueños de la banda y este último dueño de sí mismo. El jugador referencia de los "Gunners". El toque y la sensibilidad deben de ser libres. Caer al centro y jugar con la referencia arriba de Alexis. Dejar libre a Özil permite ir siempre un paso por delante. Alexis - nunca puro - se ocupa de la zona del gol. Área y bandas incluidas. Habitar estas para fortalecer la llegada de segunda línea. Ramsey y Cazorla para rematar y Wilshere para sorprender. La movilidad y la sorpresa son las premisas del nuevo Arsenal. Apostar todo al juego interior. O recurrir al plan B para que Chamberlain y Walcott se ocupen de ser las flechas.
El "Emirates" - construido escasamente hace nueve años - lleva mucho tiempo deseando ver que el buen fútbol siempre gana. Ese tiempo ha llegado a su fin.


Prometer el futuro de un futuro prometedor

Desde que Luis Aragonés pusiese a jugar a aquellos "bajitos" que mareaban con balón en el centro del campo de la selección española, una forma de jugar se ha inculcado desde los más veteranos hasta los más novatos: el toque. Mimar la pelota. Los apoyos cortos para hacer un cuadrado el campo propio y un abismo el rival. Utilizar la pelota para triunfar.
Y eso se demuestra en las categorías inferiores, como el la selección sub-19. Fortísimo bloque y sublimes individualidades. Combinar esas aptitudes tiene como premio poder llegar a lo más alto del fútbol mundial. Los equipos más grandes aportan jugadores, sin olvidarse de los más humildes. El equipo sub-19, guiado por el seleccionador Luis de la Fuente, se compone de jugadores - cuyo futuro es muy prometedor - que llegarán a ser los mejores en sus posiciones. Jesús Vallejo, en el equipo titular del Zaragoza con tan sólo 17 años, corta, ordena, sale con el balón y lidera. Un capitán en toda regla. Encontramos dos jugones en el mediocentro. Marco Asensio - Real Madrid - y Dani Ceballos - Real Betis -. Ambos llamados al podio. Excelsos jugones con una calidad innata. El madridista, interior con España, gusta por fuera y por dentro. El jugón total. El es el dueño absoluto de la zona de tres cuartos. Recibe, observa y crea. En cambio, el bético prefiere más el centro del campo. Por dentro para asociar y por fuera para rematar. Polivalente como pocos; rota en el pivote ofensivo o en la mediapunta, sin contar que ambos jugadores pueden ser de banda. 
El tanque es Mayoral. Criado en la Fábrica madridista, es un delantero que ataca los espacios como pocos lo hacían con su edad. Caídas a banda, buen disparo y salida a la mediapunta para dejar el espacio de la diagonal a los extremos.
España tiene un futuro prometedor. Trabajarlo será la llave para asegurarlo.


"El Tigre" volverá a rugir

Oporto y Atlético lo consagraron. Mónaco y United lo enterraron. Una de cal y otra de arena. Pero Radamel es de los mejores del mundo. Junto a Hulk, Varela, Moutinho u Otamendi formaron un equipo que ganó una Europa League sin despeinarse. Lo siguieron el Kun, Forlán, James, Van Persie o Rooney. El problema era anímico. Estrella de Colombia - el punto de inflexión fue no llegar al Mundial por su lesión en la rodilla - dejó el legado de capitán y héroe a James. El madridista cogió la responsabilidad de marcar y asistir.
Ahora, una nueva etapa en "los Blues". Mourinho y Diego Costa para devolverle esa frescura que hace al colombiano único en su puesto. José hizo del Chelsea una arma que funcionaba siempre mecánicamente: 4-2-3-1 con galones para Fábregas y Diego Costa. Hazard ponía la magia, Terry el sacrificio e Ivanovic la sorpresa. Pero algo siempre le fallaba: el volante. Ni Oscar - eterna promesa -, ni Cuadrado, ni adelantar a Cesc. Se le resistía. No había regularidad ni había consistencia. Cuando se partía el equipo, siempre era ahí.
Por eso Falcao es la solución. Fuera volante, y dentro segundo punta. Pasamos al 4-4-2 para hacer un equipo fuerte, equilibrado, y mágico. Hazard-Matic-Fábregas-William + Costa-Falcao. Suena a segunda Champions. Fábregas se adelanta, y abarca el medio campo. Matic - junto a Busquets, el mejor en su puesto - es el hombre de las coberturas. William desborda y Hazard es Hazard. Costa cae a su banda preferida, la izquierda, y Falcao tiene total libertad para bajar a zona de tres cuartos para recibir y encarar.
Faltaba la pieza definitiva y esa pieza se ha encontrado. El Chelsea hará mejor a Falcao y Falcao hará mejor al Chelsea.

El central es Hummels

El pilar de todo es Sergio. Calidad - sin contar las innumerables individualidades del Madrid - , poderío físico y liderazgo en el vestuario. Beckenbauer, Cafú, Maldini o Cannavaro decidieron ser los líderes de equipos y selecciones que se apoyaban en el balón largo para jugar y ganar. Este Real Madrid tiene como premisa jugar desde atrás. Romper una línea en defensa para liberar a Kroos - extasiado en la función sin balón - para que James reciba y Modric cubra. Ramos cumple, lidera y marca. Central completo hasta los infinitos.
La extraordinaria opción de conseguir un central como Ramos puede conseguirse a base de dinero, pero no de cualidades. Ramos y Piqué están un paso por delante de todos los zagueros del mundo. Guste o no, son los mejores.
La rapidez y la potencia de Varane recuerdan a un Pepe - excelente tercer central de recambio - con más cabeza y un punto de calidad mayor a la hora de sacar el balón. Rapidez, contundencia y salida.
Otamendi, Mustafi, Bonucci, Koscielny... Exagerado a la hora de elegir. El central es Hummels. El equipo blanco pierde salida de balón, y por lo tanto, es la salida de balón la que se debe buscar. Todos los anteriores - apartando a Bonucci - no tienen esa pizca de calidad necesaria para formar parte de un equipo galáctico. Mats Hummels, criado y perfeccionado en la ciudad rival de Múnich, representa - por detrás de Sergio y Gerard - la calidad innata del central.
Varane, rapidez y contundencia, Hummels, salida y corte. Mezcla más que perfecta.
Si Ramos se va - el Madrid solo puede perder en ese caso - el central es Hummels.


"El Pío Pío" vuelve a resonar

Vencer al miedo de fracasar consiste en retener toda victoria posible. Aquel gol, hace justo un año, mataba del todo a la isla, que hacía que esta se quedase otro año más en Segunda División.
El fútbol es la interpretación del karma, y así se comprueba todos los años, todos los partidos.
La potencia del gol interpretada desde la seguridad del arquero. Líneas y líneas para formar un ejército. Paco Herrera - entrenador de éxitos Segunda-Primera - quiso armar un equipo desde atrás. Era muy fácil. Él entrenaba la zona de defensa y medios. La zona de tres cuartos era dueña absoluta de la indudable calidad canaria.
Aythami - canterano que regresó para volver a Primera - es el amo de la zaga. Corta, saca, y dirige la sala de máquinas. "El Herrera" del terreno de juego. 
Javi Castellano - indiscutible - y la polivalencia de Hernán pueden completar la zona media. Pivote físico, pero con ideas cuando estas se requieren. 
La zona de creación y finalización es un escándalo. El argentino zurdo Culio y el killer albiceleste criado en "La Masía" Araujo son insustituibles. A este último - compatriota de Emmanuel - se le asemeja en la forma de moverse, rematar y regatear al Kun Agüero. Futuro. Muchísimo futuro el de Sergio Araujo. 
Las bandas se turnan. Momo y Nauzet Alemán - que perdieron peso con respecto al año pasado - y Guzmán o Asdrúbal completan un equipo que podía plantar perfectamente cara al Betis de Rubén Castro y Jorge Molina. Pero, "El Flaco" no podía faltar. 40 años repartiendo un juego que se basa en la sencillez englobada por una belleza única y muy fácil de apreciar. Juan Carlos Valerón entra restando 20 minutos. Mediapunta libre, como ninguno. Se planta, despliega y duerme el partido. Espacios libres - después del maestro Xavi Hernández - que sirven para que el gran timón del fútbol español realice eso tan fácil de hacer pero tan difícil de pensar. 
El valor del trabajo sumado con la calidad diferencial. Trece años después, "el Pío Pío" vuelve a oírse en el mayor espectáculo del mundo.


Clonar un "Messi 2.0"

Adiestrar un rebaño en el que una oveja sobresale por encima de todas. Messi, Tata y Argentina. Tras el fracaso en Barcelona, Martino subió un escalón más para hacerse cargo de la subcampeona mundial, asumiendo la responsabilidad de dirigir una de las mejores selecciones del mundo fútbol. Messi dirige, y el Tata ordena. No es lo mismo. Pero es difícil de organizar. En el terreno el Tata combina fútbol, garra y orgullo. Pero siempre sin renunciar a esa presión en campo contraria tan característica.
Leo es extraterrestre en tierras culés. En "La Albiceleste" se vuelve "sólo" un superhéroe humano. Neymar y Suárez por Agüero y Di María. Quien querría. Pero aún así, es bajar un pequeño escalón.
Hacer el juego mecánico porque Messi está presente. Siempre con Banega y Pastore en el lado derecho. Banega empieza y la fantasía de Pastore crea ilusiones - siempre cubiertos por Mascherano - para que Di María rompa por el izquierdo. La reconversión que hizo Ancelotti a extremo-interior permite un recorrido sólo al alcance de los mejores del mundo.
Sin balón es otra historia. Colocar a todos en el lugar correcto para defender. Depender del balón y no del contrario. Colocar esa defensa de 5, "el Jefecito" cerrando como tercer central y los 2 interiores presionando. Los tenores de arriba mueren en campo contrario. Tapar espacios, recuperar en campo rival y machacar por calidad.
Messi - conocido por todos, comprendido por nadie - marca la diferencia. Pero Leo es libre. Se le suelta en el campo y comienza a hacer eso que sólo puede hacer él. Pero el jugador que cambia todo es Di María. El "Fideo" marca la pausa. Cuando está concentrado - entonces en el top 5 mundial - se le utiliza como el comodín que es. 4-3-3 y extremo. Romper las líneas a base de estirar el campo. Siempre buscando la espalda y el contragolpe. 4-4-2 sin el Fideo. Messi vuelve a ser el absoluto dueño de tres cuartos y Tévez o Higuaín por un puesto de tanque.
Reponerse de un gol en el 113' para alcanzar el objetivo. Combinar obligación e ilusión con razones necesarias para hacerlo. Messi, la polivalencia y el resto.


El Olímpico sólo es para dioses

La técnica contra el bloque. La aptitud contra la actitud. El triángulo contra el rombo. La "triada" contra el "rombo mágico". La final de las finales. Los dioses han llegado al Olímpico de Berlín.
La Juventus - bloque e individualidad engrasado al máximo - para enfrentarse a los tres tenores y la calidad en su estado máximo.
Allegri y su excelente juego táctico contra el liderazgo de Luis Enrique.

 1. Ante la ausencia de Chiellini - la Juventus pierde más carácter que fútbol - la defensa alrededor del área desciende un diez por ciento en efectividad. Aún así, el dibujo y los movimientos, los mismos. 
Mejor que la saque Barzagli. Uno de los dos pilares para desmontar la entramada italiana. Los centrales bianconeros son excelentes en juego aéreo, salida en limpio y en el corte, Pero no permiten que se les presione, y más en el caso de Barzagli. Presión de Ney-Luis contra Bonucci-Pirlo en esa spiral que una y otra vez la "vecchia signora" utiliza para salir de su cueva. Bonucci-Pirlo-Vidal + Tévez para encarar y Morata para finalizar es un problema. Un problema muy grande para los blaugranas.
 2. El lazo Pirlo-Tévez para hacer funcionar a los demás. La salida y la pegada combinada haciendo el campo grande. Pirlo inicia y Tévez viene a buscarla un palmo por delante de la linea central - en campo contrario - para desmontar marcas. El argentino entre Rakitic-Busquets o Busquets-Iniesta. Encontrar la espalda de los medios como objetivo principal.
 3. Todas las escuadras tienen - en casos muy puntuales lo hacen en plural; Barcelona y Real Madrid - su jugador diferencial. Hablamos de Pogba. Paul Labile Pogba. Criado en la cantera del Manchester United, y guiado por la leyenda Sir Alex Ferguson - muchos dicen que dejar marchar al francés ha sido la peor decisión de su carrera - se convirtió hace ya dos años en líder absoluto del equipo italiano y la selección francesa. Aunque el trabajo de creación tiene más peso en Vidal, Pogba es el amo absoluto de tres cuartos hacia delante. Combina, crea, regatea y finaliza. Mucha confianza tiene. Junto a Neymar y Hazard - se puede perfectamente incluir a Isco junto al plus de Bale - los llamados "elegidos" a ganar los futuros Balones de Oro.

Bloque defensivo, salida en limpio y circulación rápida. El Barcelona debe buscar la sorpresa y lo inesperado. Desmontar un equipo italiano nunca no ha sido fácil. Deben partir con esa premisa.

            
1. Salida de balón de la Juventus en Bonucci-Pirlo + Vidal de credor.
2. Messi de volante + diagonal de Jordi Alba y Ney-Luis en área vs Bonnucci-Barzagli*.
           

"Avanti Rafa, sempre avanti"

2013. Edison Cavani era vendido al multimillonario PSG por la estratosférica cifra de 64 millones de euros. A cambio, un entrenador que había ganado ya una Champions en aquel milagro de Estambul y tres jugadores de altísimo nivel. Rafa Benítez + Mertens-Albiol-Higuaín. Guiados por el capitán Hamsík, el objetivo estaba situado en la Champions. El Scudetto era una opción secundaria.
Pero ese ciclo ya se ha terminado. 2 años en los que el entrenador español ha dejado una huella, tanto sentimental como futbolística, bastante difícil de borrar. "El Nápoles de Benítez".
Extremos a pierna cambiada para "matar dos pájaros de un tiro": desdobles continuos de laterales y repliegue - recuperar la formación defensiva tras una pérdida de balón - para evitar, por ejemplo, un contraataque. Maggio jugaba de carrilero y Callejón parecía el sucesor de Robben.
En ese 4-2-3-1 tan clásico de Rafa, dos mediocentros de corte y arriba tres + uno en creación. Primero fueron Jorginho-Inler-Gargano y luego vino David López. Trabajo, sacrificio y fútbol. Y siempre buscando el emparejamiento 1x1 contra los centrocampistas rivales. Obstaculizar el juego posicional entra en los diez mandamientos. Pero no es definitorio de defensivo. Mertens - tan irregular como mágico - en banda con esa conexión con el mediocentro. Baja a recibir, habría espacios y Hamsik era libre. En el otro lado, Insigne debe madurar y Gabbiadini explotar.
Esa variante del 4-2-3-1 con el belga en banda y el 4-3-3 con el eslovaco de extremo. Polivalencia para sorprender sabiendo que el rival conoce tu sistema. Desorganizar al contrario para organizarte tú mismo. 
Callejón e Higuaín intercambiándose posiciones. Jugaban como si se tratara del patio del colegio. El español hacia fuera antes de recibir el balón y en diagonal hacia dentro con balón. El argentino caía a banda y arrastraba al central. No puedes dejar al "Pipita" sólo. Lo ha demostrado. 
La época de Benítez ya ha terminado. Pero solo en los "Azurris". Rafa empezará otro ciclo en el equipo de su vida.

Trabajo y regularidad como premisas

"Trabajar en equipo divide el trabajo y multiplica los resultados". - Unai Emery Etxegoien.
Empezar construyendo la casa por las vigas porque será lo más importante. Terminarla con el tejado porque es lo que la dará el toque único.
Físico, solidaridad y la puntilla de calidad. El conjunto te hace invencible.
El doble pivote para sustentar, cortar y crear. Lo hizo en aquel Valencia de ensueño de la temporada 2011-2012 con Albelda y Tino Costa, sumándole la opción actual de Éver Banega.
Buscar dos líderes dentro de un bloque que no se rompe ante ninguna individualidad. Krychowiak y M'Bia + Banega. Músculo, corte, llegada, poderío físico y magia argentina. La "pócima del éxito". Emery busca el trivote para hacer jugar al trivote de arriba y ayudar al cuarteto de atrás.
El argentino como volante con balón, pero como tercer mediocentro a la hora de sacarle. El polaco como opción en cobertura y el camerunés como cierre. Índice contrario cuando se mira a portería. Banega como director de orquesta, M'Bia - bestia física en todos los sentidos - como llegador espontáneo y Krycowiak - elegante y noble en todas sus acciones - como hombre de apoyo. El trivote más la presencia de Iborra - balón aéreo, balón que baja - y la de Dénis Suárez - mezcla de un discreto Özil y un decidido Xavi - para acrecentar las opciones de manejar un partido. Reyes - "tiene cosas de Messi" - pone la puntilla desplegando la magia de una zurda que tardaremos mucho tiempo en volver a ver.
El bloqueo del mediocentro y un correcaminos incansable como Aleix Vidal - o este como lateral y la diagonal hacia dentro en banda de Banega - y la movilidad de Bacca.
Hacer el puzzle pieza por pieza para que sea él mismo el que se moldee. Unai Emery ha hecho historia. Lo ha hecho por segunda vez.


El dolor de caer de la cima

Sísifo. Aquel mito que hablaba de la condena de la eterna libertad; la obligación de subir la piedra una y otra vez para, al final, no avanzar en la montaña, pero tampoco poder rendirse y entonces ser aplastado por ella.
La historia de aquella fábula es insultantemente semejable al Manchester City. Aquella escuadra que subió como la espuma desde la tercera división del fútbol inglés. Touré, Silva, Agüero, Kompany y el sueño de conquistar Europa. Aunque no todo sale a pedir de boca. La Champions te borra al hacer mal un partido y la ahogante intensidad de la Premier League exige ese constante e inalcanzable - para todos aquellos equipos "medios" - estado físico-mental.
Zabaleta - muchos le dieron por acabado al empezar el proyecto del jeque - con Silva en el volante de creación y Agüero cayendo a banda - como jugada maestra - representan a este City. Toque, finalización y profundidad. Pero el hambre, las ganas de superación y el trabajo en equipo - insuficiente en la mitad de partidos grandes de los "Citizens" - tienen un peso análogo a las otras aptitudes. Pellegrini no arriesgó y el vacío de un capitán que se echara el equipo a las espaldas en todos los sentidos, tanto dentro como fuera del campo, restan magnitud a un proyecto que se construyó desde la luz y que ha caído - desde el punto de vista de sus objetivos - en la sombra de la decepción.
Calidad, individualismo y pegada. Ambición, colectivismo y solidaridad. El conjunto de todo es el único camino para alcanzar el prestigio que tanto ansían.


Destacar en el silencio

Extraordinario en el Mundial, utilizó el - sorprendente e inesperado - recorrido holandés para ser el escaparate perfecto para los grandes. Polivalente, con una increíble fortaleza física y una fastuosa finalización. Posiblemente, el jugador llamado a liderar "la Naranja Mecánica".
Poderoso en todos los aspectos, representa las aptitudes de la triada más influyente de esta década - RvP, Sneijder y Robben - como ninguno logró sombrear durante una larga época repleta de decepciones al caer en las últimas batallas. La velocidad de Arjen, la visión de Wesley y la finalización de Robin. Y ya sea de extremo, volante o en casos excepcionales, de mediocentro. 21 años y habiendo demostrado madurez, liderazgo y un futuro más que prometedor. Brutal. Un tres en uno que marcará una época en "los Tulipanes".
Zona de tres cuartos. Di María - excepcional cuando está centrado - y Mata como volante de arranque. Ronney para liderar y entonces, Memphis en derecha. Suena a Champions. Al United que deberíamos ver temporada sí y temporada también.
Sostenidos correctamente desde la zona central - Ander Herrera y Daley Blind para formar un dúo de achique y balón - manejan la - inevitable y obligada - opción de devolver a "los Diablos" a la cima y recuperar el trono dorado de Europa.

La maravilla de la individualidad

Hasta las barreras más infranqueables han caído ante los mejores guerreros. Leo Messi. Sí, el mejor jugador de la historia del fútbol. Pegamento en las botas y magia en la vista. El horizonte es el pase al pie, el regate de baldosa o el tiro cruzado. El niño que se descubrió gracias a su abuela.
Pero todo héroe sufre su evolución. Leo, de goleador nato a ostentoso creador. El argentino se ha convertido en todo un líder en tres cuartos de un Barcelona repleto de exentos rematadores - Neymar y Luis Suárez componiendo a los tres tenores - hace que la visión de Messi se engrandezca más todavía. 
De hecho, el trabajo de Luis Enrique hace del argentino la figura más estelar. Messi vuelve a la mediapunta, o al falso delantero, como en aquel Barça de Guardiola. Ney y Luis y una superioridad por dentro con un solo hombre. El atraer cinco jugadores y liberar a sus compañeros. ¿Es magia? Con los laterales de extremos, justo dos pasos por detrás de los delanteros. Leo aparece ahí. Diagonal del correcaminos Jordi Alba y entonces, el pase medido de Messi. Entrada y gol. El movimiento de un ejército dirigido por "el Coronel".
El mejor jugador de la historia del fútbol ha vuelto de los mismísimos infiernos. Vuelve a brillar como aquel que ya maravilló. 


La hazaña del último guerrero

Romper las líneas con el plan "E". Recurrir a la imaginación. Matar al rival a base de fuerza para que luego esta desemboque en fútbol. Ganar cada metro cuadrado en duelos individuales, chocar sin miedo a perder y jugar el balón rápido y fácil cuando se tiene.
Intensidad, apoyos y verticalidad únicamente en zona de tres cuartos como obligaciones constantes e imprescindibles.

 1. La línea defensiva rojiblanca situada muy atrás, casi en el borde del área. Muy peligroso ante la movilidad de Chicharito y Cristiano. Dinamismo para sacar de sitio al central y aprovechar ese hueco con el interior. Claro que hay opción de una recuperación, pero hay un abismo hasta la portería. No se puede crear un contraataque a 60 metros de la portería. Mandzukic no es Diego Costa y necesita el apoyo de un jugador rápido, en este caso, Griezmann.

 1. Apostar por una salida de balón limpia con Kroos, un Ramos cuya función era morder y pelear todo por arriba, y encomendarse a la magia de Isco-Chicharito y James-Ronaldo.
 2. El Madrid aprendió de las - ya continuas - equivocaciones. Poblar el área para evitar los rechaces, como ocurrió en el primer gol del Atlético, en el 1-0 de Tiago.
 3. Jugar a engañar. James, Isco y nueve palos ganarían la posesión sin demasiados problemas. Colocarlos en paralelo para tener apoyo y pared en cualquier momento. Meter la artillería por dentro cuando la de fuera no está. Solución ante problema.
 4. Salida de balón segura. Se acabaron los errores del pase en diagonal. Balón al suelo y sólo buscar en largo ante un desmarque en la delantera. Superioridad frente a los delanteros colchoneros con Kroos, Varane y Pepe. Como si fueran "3 centrales" en paralelo y los laterales muy abiertos, casi en medio campo. Algo parecido a una salida lavolpiana.
 5. La magia de Isco sin Marcelo se reduce a la mitad. Aprovechar la primera banda - por las cualidades de los jugadores - para defender y asegurar el pase. La otra es la del colombiano zurdo. Profundidad por fuera de Carvajal - que no es Marcelo - y la diagonal hacia dentro con la combinación de James. Fácil, superioridad y eficaz.



Equilibrar calidad y trabajo

La personalidad del Wolfsburgo destaca en Europa. El cometido de ordenar desde el ataque y romper las líneas a base de verticalidad. Rapidez, sencillez y seguridad. El trabajo en equipo para acabar decidiendo con una individualidad. Bloque y nombres propios.
El equipo está cimentado desde arriba. Schürrle, De Bruyne, Caligiuri y Bas Dost, más la regularidad y el aporte diferencial del - joven y prometedor - germano Maximilian Arnold. Movimiento constante puro y duro. Equipo muy abierto para hacer correr al contrario detrás de la pelota. 
Daniel Caligiuri por la izquierda, André Schürrle por la derecha y Kevin De Bruyne actuando de volante libre por el centro. Un tridente que marca la diferencia desde el vértigo y la sorpresa. De hecho, la calidad es diferencial. Caligiuri hace un trabajo defensivo más notable, cuando cubre la espalda a Vieirinha. El extremo portugués - reconvertido a lateral - cierra en medio campo ofreciéndose como otra opción para ampliar la profundidad. Los otros dos son únicos en el juego de ataque. Remate y asistencia.
Siempre buscando la espalda del contrario - opción muy destacable gracias a la velocidad de ataque - con un continuo 3x2 vs centrales y el emparejamiento de los cuatro laterales. Tapar adversarios para que la calidad decida. Sencillo pero complicado de completar. 
Cerrar lejos de la portería, evitar contras y buscar la asociación volante-interior. El equipo alemán que puede plantar cara a la aplastante superioridad bávara en el país germano se empieza a notar.

Potencializar aptitudes

Desplegar el potencial en su máximo esplendor. Sinónimo de victoria en el fútbol. El Oporto renace cada temporada. Juega, expone, vende y gana. Tiene mucho mérito.
El puñal del ataque está muy claro. Romper líneas a base de asociaciones. En el esquema del 4-3-3 cada par de interiores y de extremos tienen su función. Los extremos - por excelencia son Tello y Brahimi - tienen las cualidades y las habilidades necesarias. Desborde y combinación.
Los dos interiores - Óliver Torres y el mejicano Herrera - tienen robo, pausa e inicio.
Superar la primera línea para encontrar "a los buenos". El balón se quiere, pero siempre con el objetivo de avanzar rápido y con seguridad.
Tello y Danilo forman una banda de escándalo. El español va hacia afuera - camino frecuentemente vacío gracias a Jackson Martínez - y el brasileño explota hacia dentro. Superioridad de 2x1 que surge de un 1x1. Es fabricar para obtener. En el otro lado suele ser al contrario, Brahimi hacia dentro y Alex Sandro - próxima explosión como individualidad después de Danilo - hacia afuera.
Jugar el balón es bonito. Jugarlo con intención es sublime.


Romper la monotonía o arrojarse al infierno

El Real Madrid juega contra una muralla. Una muralla tan alta y fuerte que es imposible romperla de frente. Necesitas algo distinto.
El Atlético en cambio, juega a desestabilizar uno de los mejores sistemas del mundo. Para ello solo le vale jugar al 120%.

El futuro timón de Bélgica

Hay jugadores que están llamados a hacer algo grande, y que están tocados por una varita mágica. Uno de esos es Youri Tielemans. Jugador belga, que, con tan sólo 17 años, es indiscutible en la sala de máquinas del Anderlecht. Criado desde pequeño en la cantera malviblanca, es un jugador - a pesar de su temprana edad - con una personalidad extraordinaria; aprende, corrige y dirige.
Centrocampista puro como pocos, Youri destaca por combinar las dos cualidades más importantes del fútbol: defensa y ataque. Su posición más natural es de volante, pero también puede jugar de cierre, mediapunta ofensivo o incluso algún partido ha sido utilizado como lateral izquierdo, para buscar más profundidad.
Robo, presión alta y salida al ataque. No es el típico jugador que roba balones en tres cuartos e inicia jugada, pero sí el que viene a pedirla a esa zona para iniciar el ataque. Magnífico en transiciones ataque defensa y viceversa. Guantes en ambos pies, ambidiestro.
Seguramente, son él y Dennis Praet los jugadores - ahora líderes en la sub-21 - que se unan a esa excepcional manada de jugadores belgas como Cortuois, De Bruyne, Hazard o Lukaku.
Trabajo, descaro a la hora de crear juego y personalidad. Centrocampista de garantías. Tendrá, evidentemente, muchísimo recorrido.



Aviación Emery

El modo de jugar no tiene transcendencia en el gol. La llegada hacia el gol no tiene importancia. Lo importante es llegar. Y si se llega, aprovecharlo. Unai Emery lo conoce como ninguno. Lo excelente es sacar el máximo provecho de los jugadores que están a tus órdenes. Eso es ser un buen entrenador. Unai, lo es, sin ninguna duda.
El juego del Sevilla está muy claro, y las piezas más. 
M'Bia y Krychowiak, 2 pivotes físicos. Extremadamente físicos. Tienen las cosas muy claras. Presión, robo y salida a banda o mediapunta. Ellos no tiene la obligación de sacar el balón.
Vitolo, desequilibrio, y Vidal, trabajo. Velocidad en banda. Desborde y centro. 
Iborra. El jugador de Emery. En el Levante era la estrella, jugaba pero no trabajaba. En el Sevilla, y más un Sevilla de Emery no se lo puede permitir. El trabajo hacia atrás, siendo mediapunta, más el trabajo de espaldas a portería sostienen al equipo sevillano. Baja el balón, abre a banda y hace el desmarque para arrastrar defensas para que Gameiro tenga el camino libre. El francés ha alcanzado a Bacca. Las cualidades son diferentes. El primero tiene movilidad y el segundo más remate. El dinamismo que te resta Iborra te lo da Kévin. No tiene más polémica.
Es cierto que el toque es admirable en el mundo del fútbol, pero más lo es el gol. Él es el que marca el tempo y el que da los resultados.


La excelencia exige condiciones

No es suerte. Es trabajo. La excelencia no tiene un camino fáciles, sino que tiene muchos. Pero no todos son adecuados.
Ancelotti encontró la tecla. Pulsó el botón deseado. Es la tecla que hace que todo funcione como un engranaje. El Madrid vuelve a ser aquel equipo que quería el balón, aquel equipo que sabía defender. Pero toda máquina tiene su engranaje principal. El engranaje que hace que todos los demás funcionen. La jugada capaz de abrir defensas.
En este caso son dos; Isco y James. Ambos, son jugadores que hablan el mismo idioma, saben jugar la pelota. No les quema en los pies. Cuando ellos se juntan, el Madrid carbura.
Asociación, desdoble del lateral y centro al delantero. El colombiano y el malagueño se asocian en banda, apoyo en Marcelo hacia fuera o de Benzema hacia dentro y remate de Cristiano. Funciona. Pero se necesitan 4 centrocampistas. Se volvería al famoso 4-4-2. Eso "no le gusta" al italiano. Prefiere calidad en medio y dinamita arriba. Tentador, pero solo cuando se tiene el balón.
Si elegimos el 4-3-3, Kroos estaría desbordado. Sin la preocupación de los tres de arriba en defender y la combinación de los interiores en una misma banda no habría nadie en ayuda al alemán. Ni se defendería, ni se podría atacar.
Todo el mundo sabe que el Madrid sabe jugar al fútbol. Pero también saben que sólo lo hace cuando quiere.



La decadencia tras la gloria

Es difícil. Cuando se toca el cielo no se puede alcanzar más excelencia. Ahora lo difícil es no caer abajo. La selección española tocó el cielo. Lo logró tres veces. Pero parece que ahora está en decadencia. Ya no es posible recuperar lo que fuimos.
Los demás equipos se han dado cuenta. Saben como contrarrestarlo. Zona de tres cuartos y salida al contraataque. La zona donde juegan los pequeños. Lo hicieron Iniesta, Xavi e incluso Pedro en Sudáfrica. Siempre el juego interior. Pero ahora esa zona está poblada. Nos obligan a convertir interiores en extremos. El plan B, complicado. Es imposible meterse por ahí. Silva, Cazorla, Koke o Cesc deben irse hacia fuera para combinar. Es España. Ya no puede volverse a desarrollar el que fue el mejor fútbol de la historia durante cuatro años. Trágico.
El segundo punto es la velocidad. Un equipo que le gusta el balón sufre al contraataque. Es de libro. Salida rápida y apertura a las bandas. Los pequeños, los mediapuntas, no defienden. Es la jugada contra el mediocentro y la defensa.
Eso, y el relevo generacional. Muy difícil. Pero tengamos paciencia. Tocamos el cielo ya una vez. Podemos volver a hacerlo.


Tesoros guardados

Si es verdad que el destino está escrito, Francia sonríe por ello. Una estela de jugadores pide a gritos tener un peso en la selección. Todas ellas, futuras estrellas.
Zidane, Henry y Trezeguet. Aquel equipo que se quedó a las puertas de la gloria frente a Italia. El Mundial del cabezazo de Zinedine a Materazzi. Era el último partido del "10".
Pocos pensaban que se repetiría algo semejante a aquello. Pero ya son más. Las razones tienen nombres, nombres como Raphaël Varane, Paul Pogba o Antoine Griezmann. Pueden ser los tres líderes de "Les Bleus". Pero no son los únicos. Los hay desde la zaga defensiva hasta la zona gol. 
Laporte, Mangala, Zouma o incluso Koulibaly marcarán una época, pero deben explotar aún. Pogba, el nuevo mago, y la presencia de Kondogbia y Fekir alcanzarían un mediocampo soñado por los franceses. Arriba no hay preocupaciones. Griezmann y Lacazette son de lo mejor en sus posiciones.
Si Francia se arma colectivamente, será candidata. Las piedras están identificadas. La presencia intermitente de la que fue la mejor selección del mundo y que ganó en Sudáfrica, la inagotable cantera germana, la inyección de Bélgica y las sombras de Portugal o Italia.


El arte de hacer sencillo lo complicado

Jorge Resurreción. Nombre de futuro en presente. El Cholo vino, lo quiso, se quedó y ahora es indiscutible.
Si jugar al fútbol fuese fácil todos los jugadores serían buenos. Pero es que no lo es. Ese don sólo lo tienen un pocos, entre ellos Koke. 
De hecho jugar bien es complicado, pero si se hace mejorar a los demás es excepcional.
El cantero rojiblanco representa al Atlético como pocos, defiende, ataca y lidera. Simeone lo ha convertido en un interior de un nivel espectacular, un interior con tendencia a dominar el medio, diagonal hacia dentro para que un delantero colchonero haga desmarque. Pase de gol. Esa es la jugada. 
La elegancia del chico hace que su visión de juego, su trabajo sin balón y su retención de la pelota le conviertan en uno de los mejores centrocampistas del mundo.
Vicente del Bosque lo quiere convertir en un ancla con más influencia en tres cuartos que Busquets, pero en un organizador. No le faltan condiciones para ello.

   

La fe y el ímpetu de Nuno

La diversidad y la competitividad pueden llevar al Valencia a luchar con los más grandes. Fichajes top y un entrenador con carácter. No hace falta más.
Nuno Espírito fichó por el Valencia después de haber hecho con el Río Ave en una fantástica temporada, finalista de ambas copas portuguesas y un puesto en la zona tranquila de la clasificación liguera.

La obsesión de Ancelotti

Una obsesión. Una ofuscación. Un objetivo. Una obligación. Llámenlo como quieran, pero los servicios de Toni Kroos al Madrid con Ancelotti en el banquillo están claros: convertirle en el nuevo Xabi Alonso.
Pero ese intento de Ancelotti no es para nada nuevo. Aquel Milan de Carlo, donde había jugadores como Dida, Nesta, Cafú, Maldini, Seedorf, Kaká o Inzaghi era una auténtica escuela de fútbol. Toque, toque y gol. Lo curioso era la posición de Pirlo y Gattuso. En el esquema de 4-4-2 en rombo, apostando por el juego por dentro, "la Bestia" y Seedorf eran los que actuaban de interiores. Andrea se encargaba de incrustarse entre los centrales y empezar jugada. Curioso. Gattuso, era un portento físico y táctico, Pirlo, elegancia y técnica. ¿Eran posiciones antinaturales?
Pero no le salió mal. De hecho ganó dos Copas de Europa.
Está claro; Kroos no es Pirlo, pero, Pirlo, tampoco es Kroos. ¿Lo conseguirá?


Un gigante ha despertado

Fortaleza, físico, esfuerzo, solidaridad y talento. Mucho talento. Es una breve descripción de lo que es el Paris Saint-Germain. El nombre de París suena fuerte, pero no era así si se hablaba del fútbol. Pero claro, era. El causante de ese despertar tiene nombre; Nasser Ghanem Al-Khelaifi, que es sinónimo de dinero, pero el dinero no da la felicidad, no en su totalidad. El PSG ha tenido que trabajar muy duro para estar a la altura de los más grandes, pero lo ha conseguido. Se ha consagrado como un aspirante a todo.
Técnicamente hablando, el París no tiene el mejor 11 de toda Europa, pero sí es muy probable que tenga la mejor plantilla del continente.
Si varía de esquema, varía de jugadores. 4-3-3 y los tres mediocentros puros. Motta, y su salida de balón, Matuidi, pulmón y llegadas de segunda línea o incluso como interior, y Verrati, elegancia y talento puro. El argentino Pastore es importante, ya que varía la posición a mediocentro o como interior o extremo. Además, la joven promesa de la cantera, Rabiot, viene pisando muy fuerte, y la opción del equilibrio de Cabaye siempre está presente.
En el 4-4-2 exprime más la velocidad de Lucas Moura y el desequilibrio de Lavezzi en banda. Arriba, Ibrahimovic. Juegan para él. Sin tareas defensivas. Es entonces Cavani el que realiza por doble; su tarea defensiva y la de Zlatan. Y aun así tiene tiempo para ser uno de los mejores delanteros de Europa de cara a portería.
Es posible que en defensa, -la terna Marquinhos, David Luis y Thiago Silva es imperial- pierda potencial por sus laterales, ninguno considerado top. Algo que también le ocurre en portería, aún con el fiable Sirigu. Pero no es excusa. El Paris Saint-Germain tiene argumentos para sembrar el pánico en Europa.

El buen gusto por atacar

El séptimo de caballería. El Bayer Leverkusen no sería equipo si juega a defender. El refrán, un buen ataque es una buena defensa se invierte entonces. Claro que, para atacar, hay que saber también defender. Para ello se necesita equilibrio, cualidad excepcional en este equipo.
El potencial del Bayer empieza en medio campo. Cuando utiliza el dibujo 4-2-3-1, el más cotidiano, Bender y Castro tienen salida y esfuerzo sin balón. 2 pivotes perfectos. En la mediapunta, el coreano Heung-Min. Calidad para el último pase.
Y en las dos bandas, una flecha como es Bellarabi y un talento como es Calhanoglu. Es muy frecuente que el turco y el surcoreano se cambien las posiciones de mediapunta y de interior o extremo.
Arriba Drmic, peleón, buscando el espacio o Kiessling, una torre que juega a bajar balones del cielo. Las variedades, claras, como la de Rolfes, otro pivote de más contención.
Variando el dibujo a 4-4-1-1 o incluso 4-3-3 el objetivo siempre es el mismo; contraataque con 7, cerrando con 3.

El canterano más ilusionante

Leon Goretzka tiene cualidades. Este alemán de 20 años es una de las muchas promesas del fútbol germano.
Criado desde juveniles en el WSV Bochum, donde ya llamaba la atención, fue capitán de las selecciones sub-17 y sub-19, jugando de pivote defensivo, encargado de la salida de balón. Incluso jugó en alguna ocasión como central.
Fue en 2013 cuando su club natal le vendió por algo menos de 5 millones al Schalke 04.
Jugador polivalente como pocos. Siendo un jugador muy correcto a la hora de no perder la posición, puede jugar en todas las posiciones del centro del campo, incluyendo la posición de mediapunta, posición con la que se mueve extraordinariamente bien a pesar de sus 198 cm de altura. Aunque no es un jugador rapidísimo, puede medirse en carrera y ganar a otros jugadores más veloces gracias a su enorme zancada.
Siendo diestro, maneja igual de bien las dos piernas. Su disparo, la llegada desde segunda línea, la devolución al primer toque son sus puntos fuertes.
Está claro, el Schalke lo quiere retener, pero ya son varias las potencias europeas que le tienen en su agenda. ¿Por quién firmará? 

   

Messi como comandante

El Barça ha cambiado, ya no es ese equipo que mareaba con 40 pases en el área rival antes de que Messi hiciera su particular maravilla. Ahora, tiene a tres bichos arriba, tres atletas, técnicamente, casi perfectos. 
"Los tres tenores" tienen una única función; mirar la portería contraria. Leo se mueve, ahora sí. Ya no es ese jugador estático, ahora juega en todos lados, y es cuando cae a mediapunta o incluso a mediocentro puro para combinar con Iniesta cuando se engancha el equipo; siempre que lo hace, los laterales están de extremos, y Suárez y Neymar de delanteros en los respectivos "picos del área". Messi es el creador.
Los delanteros lo tienen claro; recibir en campo propio cuando todavía no van por delante en el marcador, y descolgarse cuando se va ganando para matar al contraataque; Suárez en el círculo central, Leo y Neymar de mediapuntas para cazar algún rechace y empezar la contra en campo propio. Cuando se ataca, siempre se elige la misma opción: los tres tenores más un interior para luchar en un 4×4 contra la línea defensiva del rival, buscando igualar la superioridad defensiva del rival con llegadas desde la segunda línea.
El Barça está dividido en 2 bloques, uno ofensivo y otro defensivo, en el cual Rakitic-Busquets son inseparables sin balón, siempre en paralelo para sacar balón jugado, y donde Iniesta ocupa espacio pero sin tener tanta exigencia como la que tiene el croata a la hora de robar la pelota.
La conclusión es que el Barcelona ha cambiado, las transiciones son a una velocidad intratable y todo el mundo se encomienda a la calidad de los tres de arriba.



Vietto lo hace fácil

Luciano Vietto (Córdoba, Argentina) es un delantero de 21 años pero que se comporta como uno de 32.
Vietto, cantera del Racing Club, equipo del país albiceleste, empezó a destacar no precisamente por ser uno de los pilares indiscutibles del equipo, sino por lo que hacía desde el banquillo. Salía y revolucionaba el equipo, era algo mecánico, se repetía una y otra vez.
Luciano es un jugador diferente, todo un referente arriba, ataca los espacios como nadie, y busca continuamente balones a la espalda de los defensas, lo que le convierte en un experto en arrastrar defensas.
Un jugador que hace jugar, se mueve, y mueve a los centrales. Sabe bajar, y jugar en posición de mediapunta, pero no como cualquiera, recibe, devuelve y busca el espacio para acabar jugada, como un auténtico "9".
Es fácil que el chico juegue bien con cualquiera, pero con quién más cómodo se encuentra es con un jugador de banda que esté a su pie natural, cuya jugada más común es desbordar y poner el centro al área. Ahí, en el área, Vietto es imparable. Un jugador que remata todo, y de todas las formas posibles. Su mayor don se explota en ese cuadrado, el olfato de imaginar el pase del compañero es envidiable, antes de rematar, Luciano sabe ya como va a rematar, eso, le hace diferente. Siendo un jugador de 1,65 cm, remata todo lo que recibe también de cabeza, no hay balón resistible para un killer como él.
¿Un trío Messi-Kun-Vietto en el futuro?
-¿Por qué no?


La máquina perfecta de Mourinho

Mourinho ha logrado crear una máquina perfecta de juego, defensa, medio y gol. Un equipo que puede ser de los mejores en realizar las transiciones defensivas-ofensivas y viceversa, una brutalidad... pero, ¿cuáles son los engranajes más importantes de esa máquina? -Lo vemos a simple vista; los laterales y el pivote, ¿y por qué?
Los laterales de Mourinho actúan según el equipo, suben mucho. Azpilicueta tiene por delante a Hazard, el jugador que "menos tareas defensivas tiene", ya que en un equipo de Mourinho es imposible no correr hacia atrás, sino, estás fuera. Por lo tanto, no se obceca tanto en subir hasta el área rival. Pero en el lateral derecho, que está el indiscutible Ivanovic, tiene una baza muy importante. Un jugador con un potencial físico magnífico, y con unos desdobles a la espalda de William -que defiende más que Hazard- que suelen generar más de una ocasión de peligro por partido.
Pero lo que destaca es el pivote, el indiscutible, impecable, intratable pivote Matic-Fábregas. El equilibrio que le da al equipo es abismal. El serbio, uno de los mejores centrocampistas de contención del mundo, y Fábregas, uno de los mejores asistentes en tres cuartos de cancha. Una de las cosas más curiosas del pivote, es la llegada a área, donde el protagonista suele ser Matic, mientras Cesc es el que cierra el medio centro.
Mourinho dio un pase de gigante. Pasar del pivote Ramires-David Luiz al actual es una clara apuesta por el fútbol de toque.

   

El mareo de Van Gaal

Es uno de los mejores entrenadores del planeta, y un hombre que maneja la estrategia como nadie, pero no es lo que se está reflejando con el United.
Enamorado de jugar con los tres centrales y los dos carrileros, es algo que defiende a capa y espada en los equipos que dirige, el más reciente, el Manchester United. De momento, Louis puede estar entre los entrenadores top, de equipos top de esta temporada con más variaciones tanto de jugadores como de esquema.

El rombo mágico de la Juve

¿Con qué esquema juega la Juventus de Turín? Esa es la pregunta.
Sin duda, es, entre los grandes de Europa, sin duda la plantilla que más varía su esquema. Massimiliano Allegri tiene infinitas opciones para colocar a sus jugadores, pero no se equivoquen, infinidad de opciones de esquema, no de jugadores, algo que tiene bien claro. Y más claro tiene el mediocampo de su equipo, uno de los mejores de todo el continente, y es que Pirlo, Pogba, Vidal, Marchisio suena muy bien. Respecto al esquema, mucho cambio, Allegri le gusta jugar sobre todo con un 5-3-2, donde sus laterales actúan de carrileros, Pirlo aporta clase en la salida prematura del balón, colocándose casi como un tercer central, y luego una línea con los 3 jugones del medio.
En punta, lo tiene claro, 3 jugadores para 2 puestos, Tévez es titularísimo, y Llorente, experto en bajar balones y peinar para la segunda jugada donde "el Apache" ataca el espacio, combinada con otra opción, la de Morata aportortando velocidad y juego directo. Cuando estos dos últimos son los que inician de titulares, Tévez suele caer mucho a la zona del "10", entonces Vidal suele retrasar su posición.
Otro esquema muy utilizado es el 4-4-2 en rombo, donde el chileno suele actuar de mediapunta.
Por último, el 4-1-3-2 actúa casi de manera idéntica que el 5-3-2, aunque de esta forma, son Pirlo y Marchisio los que se alternan la función de la salida del balón.

Elegancia transalpina

Marco Verrati, 22 años, ya destacaba en el Rosario Central argentino, un jugador diferente, sabía parar el balón, driblar y dar ese pase entre líneas para romper toda una defensa. Y claro está, no pasó desapercibido, y en 2012, cuando la mayor parte del mundo todavía no sabía quién era, Europa le abrió las puertas, y lo fichó el Pescara italiano. Ese mismo verano, acabó llevándoselo el PSG por 12 millones.
Es obvio que cuando vas a un club grande, tienes que aportar, y Verrati es constante en ello. Desde que llegó al club parisino, ha mejorado en casi todos los aspectos: lucha, físico, cabeza y pies.
Marco es un jugador que viene a pedirla, y que ni siendo centrocampista de corte, ni un media punta puro, sabe iniciar, y de hecho lo hace en numerosas ocasiones, la jugada. Donde más cómodo se siente es un esquema de 4-3-3, con un jugador al lado que sea más de corte, como T. Motta, que suele ser su pareja de baile en los partidos con el PSG. Verrati no escatima en ayudas defensivas, es un jugador experto en transiciones ataque-defensa y viceversa, y claro, luego está la calidad del muchacho, que es descomunal. El italiano las pone donde quiere, y cuando quiere, y no tiene miedo de arriesgar con la pelota, una acción que suele ser muy cotidiana en su salida de balón.
Y claro que tiene que mejorar mucho, pero el chico apunta ya muy alto.

   

¿Y por qué el 4-4-2?

Está claro que es un debate semanal, de cada partido. Ancelotti apuesta siempre por el 4-3-3 porque los tres bichos de arriba están bien, pero se ha visto que el Madrid juega infinitamente mejor con cuatro centrocampistas. Pero la pregunta es, ¿y por qué?
Uno de los puntos que están claros es que se tiene un mejor manejo de los espacios defensivos con 4 en el medio, y que además, hay más jugadores para tener el balón, pero no se remite solo a eso.
Los dos puntas de arriba, que serían Benzema y Cristiano, son expertos en atacar el espacio, el francés cae en banda y el portugués sale de la zona de '9' para encarar en área, que es sinónimo de asociación con el interior, haciendo un 2×1 al lateral, una función que con el 4-3-3 hace sólo el extremo. Los ataques de los puntas entre el central y el lateral hacen que estos salgan de su posición y eso lo aprovechan los hombres de segunda línea.
La otra objeción importante es el espacio sin balón. Con 3 en el medio, hay una diferencia de casi 20 metros con los de arriba, ya que los volantes se abren demasiado a banda y se abren huecos también en el medio. Con 4 en el medio, los espacios están mas juntos, ayudando siempre el interior al lateral contra el extremo, o al pivote contra el medio rival.
Obviamente, se defiende - y entonces se ataca - mejor con 10 futbolistas que con 6.

·Introducción

Un blog diferente, dedicado a aquellos curiosos de este maravilloso deporte. 
Destacaremos a futuras estrellas, sencillos análisis y alguna que otra opinión.
Espero que os guste, que disfrutéis del contenido y si os sirve de ayuda, mucho mejor.